
Sonaron sobre todo temas de su último disco 'De Polvo y Flores', aunque por supuesto no se olvidaron de su anterior disco "Imposibilidad del Fenómeno". La verdad es que supieron defenderse bastante bien en directo a pesar de los problemas de sonido ya mencionados, sabiendo asumir bien su rol de teloneros y amenizando la espera a los allí presentes.
Mientras esperábamos a los escoceses, la habitual música que suena entre concierto y concierto era esta vez diferente. Depeche Mode o Bowie hacían menos dura la espera.
Una espera que sería bastante breve. La Sala Arena parecía no llenarse ni a la mitad, solo asistentes incondicionales del cuarteto escocés se agolpaban frente al pequeño escenario del lugar. Comenzaron con el single de su tercer trabajo, el que precisamente da título a éste, 'Later...When The TV Turns To Static', sin mucho movimiento pero con un buen sonido. La noche se fue amenizando mezclando continuamente temas primerizos con actuales, dando fruto a algún griterio por parte de los asistentes – no sólo españoles, algún foráneo incluido en la pista – que medio llenaban la sala. Lo mejor de la noche se podría decir que fue los ritmos oscuros que fabricaba la batería, Jonna Lofgren, enérgica y pegadiza en numerosas ocasiones durante la velada.
El público en ocasiones bastante frío como el exterior de la sala, fue en a veces un reto para los escoceses. Aún así, tras los temas "Geraldine' y 'Daddy´s Gone", los asistentes parecieron comenzar a entrar en el show. "The World Is Yours", "Ice-Cream Van", "It´s My Own Cheating Heart That Makes Me Cry", "Go Square Go" o "Lots Sometimes", fueron algunos de los más coreados, junto por supuesto, y ya en el encore, la gran "Flowers & Football Tops" o la potente "I´d Rather To Be Dead (Than Be With You)", con una energía contenida que de vez en cuando James Allan rompía con su voz.
Una cosa está clara, y es que no es una banda capaz de mover a masas (aquí en Madrid no pudieron llenar ni mucho menos una sala no excesivamente grande como la Sala Arena), pero sí se puede apreciar a una formación con un buen directo bajo el hombro reforzado con nuevos temas que dan mucho juego a la hora de presentarlos encima de un escenario. Los fans incondicionales de Glasvegas seguro se fueron con un buen sabor de boca.
Texto y fotografías: Daniel Conti
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