viernes, 5 de abril de 2013

Crítica: "Shaking The Habitual", de The Knife

Enfrentarse a un disco de The Knife es complicado, pero a la vez una delicia poder hacerlo. Tras su "experimento" "Tomorrow, In A Year"  la ópera electrónica que escribieron para una adaptación de "La Evolución de las Especies", de Darwin, y su poco calado entre sus fans (para qué nos vamos a engañar, la música del dúo sueco es poco accesible y más aún si no los has escuchado nunca), las ganas de nuevo material eran máximas. No sabíamos si los hermanos Karin y Olof seguirían los pasos de sus discos más pop y bailables como fueron "Deep Cuts" o "Silent Shout", si se encaminarían hacia el sobresaliente disco de Karin en solitario (como Fever Ray y con el mismo título, "Fever Ray") o si seguirían experimentando y ahondando en la faceta menos accesible como fue "Tomorrow, In A Year" y está claro que se han encaminado hacia la última, con pequeñas excepciones como "A Tooth For An Eye", "Without You My Life Would Be Boring" y "Networking" que aún conservan esos ritmos bailables.

Para criticar correctamente "Shaking The Habitual" debemos preguntarnos antes de todo: ¿qué es una canción? Parece una pregunta absurda pero realmente podríamos tirar este trabajo por la borda de tener en nuestra cabeza una definición u otra. ¿Realmente una canción debe tener una estructura o unas pautas? ¿Debe estar regida por unas normas o unos límites? La respuesta es, rotundamente, no. Pero entonces, ¿qué es una canción? ¿Todo puede considerarse una canción? La música es arte, pero ¿toda la música es arte? Podríamos definir el arte como "cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros..."  por tanto analizaremos este disco en la medida en que nos haga recibir unas emociones o unas ideas a través de la música y de las letras que en él estén presentes. Una canción no es ni más ni menos que una manera de expresarse tomando como materiales sonidos y/o palabras, sean más o menos agradables (¿la realidad puede ser desagradable no?) y con ello nos traten de hacer llegar una idea. Una idea que cada uno puede recibir de una manera u otra.

El título del álbum es muy ilustrativo también, "Shaking The Habitual" que en castellano vendría a ser algo así como "sacudiendo lo habitual", podríamos perfectamente relacionarlo con una crítica a lo comercial, a lo "habitual" que se escucha, un manifiesto a no venderse, a no vivir por y para las discográficas, una lucha en contra de la perversión que crea el dinero.

Todo esto viene bien reflejado en un manifiesto- poesía que publicaron hace poco con motivo del disco, podéis leerlo aquí.

Con esta extensa introducción ahondemos en materia y discutamos el disco como tal.

Comenzamos con "A Tooth For An Eye", este tema que abre el álbum fue el segundo adelanto que pudimos oír, con unos marcados ritmos tribales se convierte en uno de los temas más bailables (de los pocos) y con más reminiscencias del pasado de todo el disco. Sin apenas descanso pasamos al primer corte que nos dejaron oír, sí, hablamos de "Full Of Fire". Con una cargada crítica al machismo y un apoyo hacia lesbianismo, el travestismo y la androginia, que también podemos ver en el videoclip. De lo poco del álbum con un marcado estribillo: "When you’re full of fire/what’s the object of your desire?", la música muy agresiva y la voz de Karin por momentos potentemente distorsionada, un sonido que realmente crea una atmósfera terrorífica.

"A Cherry On Top" tiene unos cuatro primeros minutos suaves, tranquilos, sin demasiados sobresaltos pero a partir de ahí, aparecen y se continúan unos estridentes agudos a los que acompaña la voz de Karin, un tema sobrecogedor que nos comienza a transportar a esos mundos extraños, a ese universo paralelo en el que, aunque no nos sentimos cómodos, nos agrada ese misterio que crean con su música. No sigue una estructura lineal, avanza intermitentemente, el tema parece estar dividido en tres partes dentro del mismo.

Sin embargo "Without You My Life Would Be Boring" nos regresa los ritmos tribales y unas desafinadas flautas que dominan todo el tema. La voz de Karin, de nuevo con muchos efectos de distorsión, se utiliza como un instrumento más.  Tras ésta llega la épica "Wrap Your Arms Around Me", desde el principio con una base musical demoledora y una percusión imponente, Karin logra conmovernos con eso de "Will you remind me?, wrap your arms around me..."

Nos topamos con uno de los dos interludios (ambos intrumentales) que hay. "Crake", crea durante apenas 54 segundos una auténtica sensación de angustia ,con unos tremendos agudos, de que algo malo ocurre.
"Old Dreams Wating To Be Realized" no aparecerá en la versión CD. Sus más de 19 minutos  instrumentales llaman poco a su escucha y antes de hacerlo no sabemos qué nos encontraremos, si una obra magna o el coñazo del siglo. Y ni una ni otra. Tras haber degustado varias veces el tema comprobamos que se debe hacer (al igual que todo el disco) sin ningún ruido externo y con un volumen "considerable", preferiblemente con cascos y depositando los cinco sentidos. Captaremos mucho mejor todos los detalles de este larguísmo corte y descubriremos lo hipnótico que es, cosa que al principio no parecía.
Parece que al fin captamos el sentido del álbum o que, al menos, hemos entrado en él.

"Ranging Lung" se convierte en uno de los mejores cortes. Tras comenzar insinuante, con unos "And that’s why it hurts / Is it a difference? / It’s raging now /An indifference / Oh difference / And an indifference would make" Karin consigue elevar el tema para que después Olof (recordad que es quien se encarga de la música, así como su hermana de las letras) continúe ese in crescendo para acabar diluyéndose todo con unos susurros.

El siguiente tema que llega es "Networking", una especie de germen de "Full Of Fire" ya que guarda un cierto parecido a éste. Este corte sin letra, usando voces solo como efectos instrumentales es igual de agresivo y misterioso aunque más veloz y bailable. Podemos apreciar por detrás en ocasiones unos ritmos con un marcado carácter oriental.

"Oryx" es el otro interludio irritante que encontramos en el camino, poco más de medio minuto chirriante que da paso a "Stay Out Here" (co-escrita junto a Shannon Funchess -de la banda Light Asylum- y la artista visual Emily Roysdon), tema mucho más "machacón" por momentos, con una base muy grave con muchísimas capas encima y de las que se va desprendiendo por momentos para volver a incorporarlas en otros.

"Fracking Fluid Injection" es de lo más desconcertante (y eso que hay bastante temas que podrían entrar en esta definición) del ábum. Demasiado irritante, diez minutos prácticamente calcados con unos horribles agudos, sin base musical ni letra se hace desagradable por completo. No sabemos que nos quieren decir, se repite continuamente lo mismo. El mayor  "pero" del disco. Indefendible.

Y llegamos al final. "Ready To Lose" comienza con una base grave a la que se le une una percusión electrónica, la voz de Karin, y una multitud de efectos que van engrandeciendo al tema poco a poco hasta desembocar en un auténtico remolino en el que sin darnos cuenta estamos dentro. Gran final.

Muchas veces no sólo hay que calificar un sonido, un conjunto de canciones; pues de ser así el disco no pasaría del siete. El arrojo para hacer lo que han hecho en estos tiempos que corren, un disco que puede quedar en el olvido o ser de lo mejor incluso de la década, porque los grandes trabajos definen una época, y éste lo hace. Los mejores trabajos reflejan y representan unos ideales, los ideales de la igualdad, la libertad, la corrupción que crea el dinero y todo ello a través de la música, sin muchas palabras. Las pocas letras que hay se impregnan de metáforas, de una poesía abstracta, misteriosa, que juega un gran papel acompañando a la potente parte instrumental. Puede que muchos fans de The Knife que esperaban temas como "You Take My Breath Away", "You Make Me Like Charity" o sus más conocidos "Heartbeats"o "Pass This On", aborrezcan el disco, normal. Todo depende de qué te esperes de este "Shaking The Habitual". ¿Mi consejo? No te esperes nada.

NOTA: 8,6/10

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