jueves, 20 de junio de 2013

Crítica: "Trouble Will Find Me", de The National




TÍTULO: "Trouble Will Find Me"
ARTISTA: The National
FECHA DE PUBLICACIÓN: 17 de mayo, 2013
PRODUCIDO POR: Aaron Dessner y Bryce Dessner.
SELLO: 4AD


Vuelven los de Nueva York, vuelve Matt Berninger, vuelve la melancolía a la que nos tenían acostumbrados.  Se trata de “Trouble Will Find Me”, un álbum de 13 canciones en el que han colaborado artistas como St Vincent, Sharon Van Etten y Sufjan Stevens, integrándose en el conjunto.
La hipnótica voz de Matt Berninger nos embarca en un viaje de historias de soledad, amores tristes y depresión, todo esto junto a la instrumentación que aportan las dos parejas de hermanos de la banda (los hermanos Dessner y los Devendorf) que dan a cada canción lo necesario para crear una atmósfera única. Han transcurrido 3 años desde su último trabajo "High Violet", el cual marca la cúspide de su carrera.

En muchas ocasiones se ha hablado de la posible separación de la banda, lo que no desmintió
Beninger tras la publicación del álbum, esto puede haber influido en el resultado final de su último trabajo (las letras hablan de separaciones y momentos dejados atrás), que mantiene su línea pero no es tan destacado como sus anteriores trabajos “Boxer” y “Alligator”, a pesar de ser uno de los discos más deseados del año.
The National continúan con esa línea que ciñe sus trabajos, todo sigue en su sitio, como si pocas cosas hubieran cambiado desde que comenzaron. Lo que podría significar un fracaso (debido a la excesiva repetición) en cualquier otro artista, esto no ocurre aquí; los norteamericanos se han vuelto a sacar de la manga un gran trabajo que, como hemos dicho, no llega al gran nivel de anteriores discos pero logra acabar por resultar una delicia. Los medios tiempos son los reinantes de este "Trouble Will Find Me", la carismática voz de Matt Berninger toma matices diferentes extendiendo un paso sus registros, una  limpia voz en "Fireproof" o incluso al falsete como por ejemplo en "I Should Live in Salt".

Precisamente ésta es la encargada de abrir el disco, un tema que comienza con una guitarra acústica que más adelante se verá acompañada por la atormentada voz de Matt. Una gran manera de iniciar el álbum con un tema sin demasiados artificios pero que logra ser efectiva, un bocado perfecto para comenzar a degustar el resto del disco. "Demons" fue el primer single que se publicó antes de que el disco viera la luz, en un principio no convenció demasiado pero visto en conjunto gana enteros. Ahora sí, los graves son los que dominan el tema, con una imponente batería que aporta energía junto a unas cuerdas que aportan cierta epicidad.

Seguimos con "Don’t Swallow the Cap", el cual podría claramente autodenominarse el single del álbum. Con un potente y marcado estribillo y una excelente letra como aquello de "everything I love is on the table / everything I love is out to sea" espirando toda la esencia de la banda. Se convierte sin duda en uno de los puntos álgidos del álbum. Un punto álgido que se mantendrá con la relajada "Fireproof", una gran balada de amor con marcados arpegios, unos bajos que aparecen por momentos para aportar oscuridad y en la que la voz de Berninger se nota nítida y pura, logrando encandilarnos desde el principio.

"Sea of love" es la más directa, veloz y "animada" del disco. Con un imponente pre-estribillo que reza " If I stay here trouble will find me / If I stay here I'll never leave / If I stay here trouble will find me / I believe", de ello toma el nombre el disco. Su curioso videoclip está basado en el de los rusos Zvuki Mu para el tema "Grubiy Zakat"

El sexto corte es "Heavenfaced", un tema marcado por la ausencia de guitarras, la presencia de un piano alimentado por la batería, y la voz de Matt, que en ocasiones aparece con un lúminoso falsete. Atravesando el ecuador del disco encontramos "This is the Last Time" otra balada que empieza tenue como "Fireproof", pero que aumenta de intensidad con la percusión, un marcado riff y los coros, hasta acabar con unas interesantes disonancias.

Inmediatamente llegamos a "Graceless", una canción que puede recordar a la aclamada "Bloodbuzz Ohio" por su ritmo, su percusión y lo potente que resulta su estribillo. Volvemos a bajar las revoluciones con el contratempo de “Slipped”, en la que la letra se ve apoderada de nuevo por la tristeza de un desamor.

"I need my girl" cuenta con la colaboración de Justin Vernon (Bon Iver), cautivándonos desde el principio con un riff de guitarra que recuerda a temas del de Eau Claire como "Perth" o "Towers".  “Humiliation” quizá peque de ser demasiado lineal, sin algo que rompa el esquema que presenta.

Nos acercamos al final de un notable álbum, que quizá sí se le puede acusar de explotar la fórmula que llevan usando desde sus inicios pero es que funciona realmente bien. El penúltimo corte es“Pink Rabbits”, en él observamos la delicadeza y elegancia característica de Berninger para hablar de la superación de la pérdida de la chica; un, por momentos falsete que aporta luz y vivacidad al tema junto a una interesante línea de percusión. Finalmente terminamos el viaje con “Hard to Find”, un regalo para los oídos en el que de nuevo la voz del líder de The National vuelve a retratar el tema del amor, esta vez más esperanzador, finalizando con las palabras “They can all”, manteniendo nuestras esperanzas de que en un futuro volvamos a escuchar un nuevo trabajo suyo.

Podemos decir que es un buen disco que ha sabido mantenerse en el estilo de la trayectoria de la banda, pero que apenas ha evolucionado. Quien buscaba algo diferente en este nuevo trabajo, desgraciadamente no lo encontrará. En un hipotético nuevo disco de The National (lo que no está nada claro debido a las continuas especulaciones de disolución) deberán evolucionar hacia un sonido nuevo y  un giro brusco de timón que abra una nueva perspectiva y ahonde en una nueva faceta de la banda. Aún así, la fórmula funciona, cuenta con una de sobra veteranía para hacer de éste un disco disfrutable de principio a fin con grandes temas como "Sea of Love", "Don´t Swallow the Cap", "Fireproof" o "Pink Rabbits".

Nota: 8/10

Texto: Alberto Hernández Martínez

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