domingo, 10 de febrero de 2013

Críticas de Discos: "m b v" de My Bloody Valentine

Nada más publicar el álbum en su página web, haciendo que cayera de forma instantánea por la multitud de desesperados fans por escuchar tras 22 años el tercer disco de los irlandeses, se sabía que estábamos ante uno de los acontecimientos del año y, probablemente, de algo más. Ya no sólo por el hecho de la larguísima espera, incluso mucha gente pensaba que finalmente no habría continuación de "Loveless", a la que hemos estado sometidos de algo más que un grupo. Y es que ahí reside la importancia de "m v b" (que, por cierto, así es como se llama el tercer disco de los de Dubín), My Bloody Valentine fueron prácticamente pioneros de eso a lo que llaman shoegaze. Es más, muchas bandas han intentado imitar y acercarse a ellos, a su estilo, a su "ruido", a sus atmósferas, pero sin llegar a conseguirlo.
Recuperamos, por tanto, ese estilo único y, con él, un disco inimitable. No estoy entrando aún en los cortes del disco ni siquiera en la calidad de éstos pero ya de por sí, la vuelta tras más de dos décadas de una banda única en su especie es, como mínimo, reseñable. 

"M v b" es continuista, sigue la línea y el sonido de "Loveless", es como el disco que debieran de haber publicado en el 93 o 94, reconocemos a la primera escucha a los irlandeses, vemos que no han perdido un ápice de su esencia, y esto es aún más destacable. Desde 1991 han ocurrido muchas cosas, muchos cambios a nivel político, social, tecnológico pero, sobre todo, en la industria musical. La manera de grabar los discos ha cambiado, los discos son mucho menos "caseros" aunque la autoedición ha ganado importancia, el panorama independiente ha dado pasos de gigante y llega a ocupar puestos importantes en los top de ventas...Además, ¿quién no cambia en ese tiempo? Sus vidas, sus familias, su día a día se ha tenido que modificar sí o sí. Y aún así, escuchando "m v b" (que ha sido autoeditado por ellos y producido por el mismo Kevin Shields) My Bloody Valentine nos sigue transportando a esos otros planetas en los que tanto nos gusta estar escuchando su música. Durante los 45 minutos aproximandamente que dura no sabemos si estamos en los años 90, si seguimos en el presente o, incluso, si hemos avanzado en el tiempo, nos hace perder la consciencia y darnos cuenta de que su música es mucho, pero mucho, más que ruido.

Abre el disco con "She Found Now", corte en el que ya encontramos esas guitarras pasadas de pedal, esos ambientes puramente My Bloody Valentine. Tema casi instrumental si obviamos los susurros de Kevin Shields, nos introducen de manera maravillosa al álbum y a lo que encontraremos más adelante.
En "Only Tomorrow" y "Who Sees You", destaca el apoyo de la batería así como la mayor nitidez de las guitarras dentro del característico denso ambiente de las composiciones de la formación.

Pero, de repente, y a partir del cuarto corte cambia el ritmo del disco. Nada más comenzar "Is This and Yes" lo podemos comprobar, el tema, bastante misterioso y extraño, está construido sólo a base de teclados, no aparece ni una sola guitarra, no oímos el bajo ni la batería por ningún lado, sin embargo por primera vez aparece la voz de Bilinda, algo que, a partir de ahora será habitual hasta que concluya el disco.
 La genial y onírica "If I Am" nos hace flotar al mismo tiempo que la voz femenina nos susurra "Oh, oh, oh, be my lover", tras los cantos de sirena de Bilinda, llega  "New You" llega la canción más pop y asequible no sólo de "m v b" sino quizá de toda su carrera, destaca el bajo, muy marcado, junto a la voz de nuevo de Butcher. Pegadiza de principio a fin, logra enganchar desde su primera escucha. "In Another Way" trae la parte más rock de los irlandeses, unas potentes guitarras (con un marcado y genial riff) bien secundadas por el bajo y la batería.
Y llegó el momento, nos descolocan, "Nothing Is" es repetitiva, tiene un ritmo machacón, instrumental por completo, 3 minutos y 35 segundos en el que la misma estructura y sonido se repite y repite sin parar. Es probable que al escucharla nos quedemos un poco asustados y extrañados, normal. Pero es agresiva, dura, potente y estoy seguro de que en directo será una bomba.

Llega el último tema, el noveno corte, sí, se ha hecho corto. "Wonder 2" de nuevo nos trae esas atmósferas espaciales (¿qué ironía no?), esos densos ambientes y nos devuelve la voz de Kevin que parecía que no escucharíamos más en todo el álbum. Concluye con una especie de helicóptero aterrizando, y es que ese podría ser el resumen: My Bloody Valentine han vuelto.

Puede que el disco haya sido poca cosa para los que llevaban esperando más de dos décadas, puede que haya gente a quien le haya resultado indiferente o que, incluso quien piense que un mito se ha caído. Pero nada más lejos de la realidad. No han perdido nada de lo que tenían, que tras tantísimo tiempo hayan regresado sin perder su sello, su marca, su identidad, es de admirar. Si nos dijeran que este disco ha sido grabado en 1994 nos lo creeríamos perfectamente.
Si aún no lo habéis escuchado os recomiendo que lo hagáis (abajo de la reseña lo encontrarás al completo), pero no una vez. Si cualquier disco se va descubriendo a medida que pasan las escuchas, éste aún más, es un álbum que, ahora no nos damos cuenta, pero avanzados los años y haciendo un mirada retrospectiva puede marcar un antes y un después.
Mi nota (cautelosa) es de un 8,9.


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