domingo, 27 de enero de 2013

"Holy Fire" de Foals

(Si aún no has escuchado el disco, ya que se publica el 11 de febrero, puedes descargarlo aquí, eso sí, cuando salga te recomiendo que tengas esta maravilla físicamente)

Foals es una de esas bandas que tienen algo personal, algo que los escuchas y sabes que son ellos, ese punto que los hace diferente a otros grupos. Tras sus dos aceptables discos como fueron "Antidotes" y "Total Live Forever" (de más calidad aún el segundo) había muchas ganas de este tercer álbum y ver su evolución, y han cumplido las altas expectativas depositadas en ellos, con creces.

Abre con "Prelude" un tema casi instrumental (obviando algunas voces lejanas de Yannis) en el que nos sumerge en la "atmósfera Foals", ese ruido controlado, esos punteos de guitarra, es un preludio (como titula la canción) de lo que encontraremos dentro, toda su esencia concentrada. "Inhaler" es el segundo tema, ya habíamos podido oírla pues fue el primer adelanto del disco, el single. Comienza más bien de manera calmada, un medio tiempo que va tornando a esa fuerza, ese remolino de sonido por el que han optado en varios temas de "Holy Fire", para concluir otra vez con esos ritmos entre el funk y el africanismo (más bien por la percusión) con los que comenzaba este "Inhaler", necesario decir también que la letra es bastante críptica.

Tras el que fue el primer single nos encontramos "My Number" un tema que, perfectamente, puede ejercer también esa función. Tanto la letra como el ritmo enganchan desde el principio, muy directa, muy bailable, uno de los mejores temas del disco, sobre todo en cuanto a inmediatez, de esos temas que estás deseando que suene en uno de sus conciertos para ponerte a bailar y a gritar como loco/a. Por cierto, ya pudimos ver el videoclip de este gran tema.
Continuamos con "Bad Habbit", tema más similar a sus anteriores trabajos. Va in crescendo hasta que llega un momento en el que Yannis Philippakis, casi a cappella, nos pone la piel de gallina para acabar susurrándonos. La canción pasa por momentos más potentes, más relajados, como casi todos los del disco, esto es una clara evidencia de la larga duración de cada tema (excepto una todas pasan de los 4 minutos).

"Everytime" pasa de puntillas por el disco, no es una mala canción, el reverb que emplea Yannis le da otro punto a la canción pero cuando escuchas el álbum completo es de esas canciones que no te marca, no llegará a ser de esos temas que piden en un concierto, será de esos que si no tocan no habrá nadie que se queje, aunque muy bailable el estribillo también hay que decirlo. Eso sí, es un tema 100% "Total Live Forever", su anterior larga duración.
Pasamos el ecuador del disco y llegamos a la sexta pista. Comienza la voz de Yannis Philippakis apenas con un teclado, se va incorporando la batería, van adquiriendo importancia los instrumentos, además nos topamos hacia el final del tema con un gran solo de guitarra que acaba, lentamente, difuminándose. Y con él este gran temazo llamado "Late Night". "Out of the Woods" es otro de los temas que va creciendo, nace con, otra vez, ritmos africanos y va evolucionando hasta envolvernos en esas atmósferas características de la banda británica, no es de lo más destacado del disco pero aún así es un gran tema.
"Milk and Black Spiders" es la octava pista, sigue la línea de la anterior, acabando en un auténtico torbellino de música, un desorden controlado, se unen gran cantidad de instrumentos, de melodías que han ido por separado durante la primera parte del tema para poco a poco volverse a separar, ir desapareciendo.

Seguimos con "Providence" un tema mucho más rockero y potente, con una batería que toma mucha importancia durante toda la canción. De nuevo acaba en una explosión de sonido, guitarras, baterías, bajos, sintetizadores incluso, todo de una manera muy agresiva. Tras esta fuerza con la que acabamos nos encontramos con el décimo y penúltimo tema de "Holy Fire", "Stepson" comienza, muy calmada, con la voz de Yannis como máximo exponente con un acompañamiento musical secundario pero según va pasando el tiempo se va haciendo más presente y, de nuevo nos envuelven, flotamos, parece que nos han trasladado a un lugar diferente.

Llega "Moon", último tema, esperamos que nos rompan, que nos vuelvan a introducir en ese maraña de batería, guitarras, sintetizadores, bajo, un tema potente para acabar un sobresaliente disco. Pero no. Nos sorprenden, el tema más calmado y lento del disco, apenas unas notas al teclado y unos punteos de guitarra, lo mínimo. La voz de Yannis Philippakis , sin ningún falsete, se muestra tal y cómo es, llegando a conmovernos. Al concluir nos damos cuenta de que ha acabado, todo, y nuestra sensación es extraña este último tema nos ha confundido, nos ha dejado tocados. Creo que es de lo mejor del álbum y que es el final perfecto, arriesgado y sorprendente pero magnífico

Con alguna excepción de algún tema que no llega a calar del todo, son once canciones de calidad, no te atreves a decir cuál sobra, (si es que sobra alguno) porque cada uno de ellos es diferente: desde la potencia de "Inhaler", la inmediatez de "My Number", las sensaciones que desprende "Moon"...
Mi nota es de un 8,6

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